Sustancia ( Primera parte )
La enésima vez que me doy cuenta que todo es una farsa y nosotros los actores más geniales.
La perfección es la soberbia, aceptarnos como seres desnudos, necesitados de amor, de abrigo hace que podamos sentir la necesidad a primera vista, y ser parte de esa fragilidad.
Nada se escapa de los perros del Tiempo. Ni mi honestidad y lealtad q ue no sirven ni para ir a la esquina. A ambas las voy a colgar en el perchero de entrada y me las olvidaré por antiguas.
De adolescente me bajaba la corbata del uniforme, en verano, un gesto de rebeldía siempre tan rebelde , tan contra el sistema y me sentía tranquila que sé yo, eso de engañarse con boludeces varias.
Él y yo compartíamos un banco en la Primaria, nos queríamos , él me mostraba su cariño a reglazos , cuando nos quisieron separar por espíritus dispersos y revulsivos nos lloramos todo. Como para sellar una amistad eterna y hermosa como la que tuvimos.
Lo contestatario del ser me vino de la cuna supongo, cuando mi madre me quiso amamantar.Ya le debo haber expuesto mis argumentos por el sí o el no del gesto, aunque fuera amoroso.
Toda norma tiene su excepción, todo ser su doble, nacimos para ser felices pese a todo, pese a todo. Pese a la más cruel de las injusticias poder llevar la cabeza erguida y saber que en el fondo lo único que nos salva es ser dignos. No mentirnos a nosotros mismos.
Mónica Pedraza