Todavía
Nos ponemos la Vida como un saco
le colocamos una corbata
vamos de elegantes
pero no sabemos sostener la sonrisa
al cruzar el umbral.
Y todo lo que poseemos
es una rabia honda
de no ser escuchados
ni valorados
ni sostenidos
ni cuidados.
Nos tocamos la cara
y es tersa todavía,
la carne firme todavía,
todavía tienes el holluelo
de la Infancia
y el cabello bonito
todavia
y el corazón sin latidos
todavia.
Mónica Pedraza