Vicky prepara panqueques. Salen finitos unos y otros gruesos como los que le gustan a su hermano Renato. Deja una pila de canelones en el plato. "Son para mañana" dice la madre.
Vicky encuentra todo tan vulgar, tan fuera de tiempo, los ruleros de su mamá,el marco de los anteojos de su papá. Tanos todos, perdedores todos dice Vicky. Harta del tuco, de los spaguettis. Harta del linaje Ferrazzola. De los domingos familiares, de la larga mesa familiar se puede extraer la hediondez de vivir a medias, con la tarjeta reventando. La Abuela preguntándote que cuando te vas a casar , que quiere bisnietos.
El hule del mantel floreado, la canasta del pan. Ordinariez piensa. La tanada de los domingos la harta. Vicky quisiera levantar la mesa y tirar todo a la mierda. Le pesan los días como a su nonno le pesó dejar su Siracusa natal, le pesan los hombros de aguantar. No tiene resto se dice, no tiene con quien hablar.
Como se le dice a alguien " Me voy a vivir con una mina" sin que te mire y piense que te vas dejar crecer el bigote o vas a dejarte crecer el vello abajo de los brazos. Harta de pavos, de comentarios sexistas.
Y sabe que se tira una losa encima. Sabe que por un tiempo no verá a su familia. Su padre no la perdonará. Cómo su hija preferida puede herirlo tanto.Él que le dió todo, educación universitaria y demás. Vicky no tendrá descendencia, se irá con esas "sucias", con esas malandras. Palabra que usa su papá para señalar a todos los delincuentes sean hombres o mujeres. Vicky le va a traer a esa "senza vergogna" y lo imagina maldiciéndola como nunca lo hizo.Se quiere morir porque si hay algo que no quiere perder en su vida es el respeto de su padre.
Pero no puede dejar de pensar en Aldana, en como se amaron hasta el amanecer la otra noche. Que cómo su cuerpo quedó sedado, bello, transpirado y amado. Que no se imagina un mundo sin su mujer, sin su sexo, sin su piel ladina y caliente, sin su amor arrebatador y contenedor.Que Aldana es vida, es savia, su corazón, su Vida, el porqué de sus latidos y de toda su existencia.
Y se anima y aunque le tiembla la voz le dice a su madre "poné un plato más mañana Mamá ". ¿ Quién viene ? le pregunta su madre. Mi amor, mi novia, Aldana. Su madre se pone blanca y aunque le cuesta sacar las palabras la mira de frente y le dice "Habrá que decirle a Ottavio ", claro mamá ¿ Qué pensás ?.
Y Vicky siente que por fin, que ya tiene media batalla ganada, que aunque sepa que a su madre le repugna lo que decidió.Sabe, sabe que nada en el mundo la podrá convencer de elegir otra cosa. Y que hablar con Ottavio, su papá, será una guerra toda una contienda pero que ya no puede esconder lo que es , lo que ama, lo que la hace inmensamente feliz. Y que si tiene que renunciar al mundo para vivir con Aldana eso será lo mejor que hará.
Que una vida a medias es sólo eso, vivir por la mitad. Y que ella siempre soñó con una Vida de veras, una Vida excepcional.