Perros

La manada se ha acercado peligrosamente al poblado. Jaurías de bestias insatisfechas, locas de hambre y de sed.

Las sombras se extienden sobre los techos, todo el bosque hierve ,es la madrugada casi. Los colmillos se hincan en el polvo de estrellas que todavía merodea los jardines. En la luz ,los ojos virginales y peligrosos brillan , refulgen en la atmósfera húmeda y suave.


El incendio está en los corazones desesperados de los perros, antiguos lobos. Han dado vueltas, han peregrinado, la nieve los ha vuelto blancos , negros la desazón, la ira tiñó de maldad esas almas salvajes, esperar les ha hecho mucho daño.

Acechan el poblado digo. La sangre les golpea la sien, bravíos, retorcidos, infelices, merodeadores de la masacre, han descendido , no han podido sino sublevarse, aullar de locura y fiebre.


Las huestes infernales se consumen, cada minuto es una herida, cada vibración de las hojas los altera...

El movimiento del Universo los aqueja, permanentemente hacen pactos con los subterráneos para no perecer. Hay quien vio en ellos una lágrima absurda temblando en el borde de los bellos ojos que aún conservan y que aún no ha devorado el amor impuro.