Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta Aboud Saaed. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Aboud Saaed. Mostrar todas las entradas

viernes, 3 de julio de 2015

Aboud Saaed , la ironía perpetua en la línea de los misiles








Un bloguero sirio, Aboud Saaed que llega a todos, un día, a través de Facebook y se expresa de forma poética y dice cosas cómo estas de la situación en Siria, el miedo, el vacío, la presencia de la guerra, el dolor, etc.


"Lo peor de la guerra es todo. Es el hambre, el frío que se siente hasta en las noches de verano en que la piel se vuelve pegajosa por el calor, el miedo, la forma en que los ojos se acostumbran a la oscuridad, el vacío. No sé si algo es peor a algo, pero ahí está ese vacío, el de los edificios desplomados alrededor, las muertes de los seres queridos, y de los desconocidos, la gente que ya no está porque emigró, el dolor, que es otro agujero, y se retuerce fuerte en alguna parte. El vacío ocupa todos los espacios, convirtiendo la vida, tal y como la conocemos, en cualquier otra cosa que no se parezca a la vida, y se instala en los huecos que antes estaban llenos de cosas cotidianas. Como poder tomar café todas las mañanas, ver la televisión por las noches, ir a comprar tabaco, o esperar a que esa persona te devuelva una mirada, ir al cine o a tomar algo al bar, quejarte de las cosas de tu madre, el trabajo, los amigos, ver un partido de fútbol, qué sé yo, lo que sea que hasta ahora ocupara nuestros días."



El discurso de Saaed es político, opositor al régimen, antirreligioso, erótico, irónico, tomar con ironía este estado de supervivencia no de vida, le permite respirar, salir a tomar aire después de sus incontables cigarrillos diarios, el humo de la guerra y el humo del placer se entremezclan en sus escritos de Facebook, el escritor de un libro " Yo,el más inteligente del Facebook" y que se encontraría en vías de escribir otra obra nutrida seguro de más posts de Facebook, pero ya en Alemania, protegido de los misiles cotidianos pero no del horror que seguramente metió en sus valijas cuando tomó el avión para Europa.

Saaed vivía en Manbedj, un pueblo cerca de Alepo, y se dedicaba a la herrería.


Aboud Saaed hace de su obra un arma cultural, una deliciosa, temible, revulsiva maquinaria de despedazamientos de certezas. Toda una revelación literaria donde el soporte, Facebook (una red social más) es materia de cuestionamientos pero también valioso aporte a este mundo cibernético, en guerra, en crisis, donde el amor urgente pareciera ser el único cielo posible en esas tierras lejanas de Medio Oriente.