Ya no hay rouge. No hay sexo apasionado. Ni rimmel a full. No hay rebeldía. No hay transgresión ni picardía.No hay underground. Ni glam. Ni desquicio, ni alternativos, ni salvajismo.
Sólo hay copia de lo que fue. Y ya no es. Imaginate querer copiar a un Urdapilleta, a Chabán (con sus defectos y virtudes) , a Gasalla, a Perciavalle, a Edda Díaz, tantos...
Veo un video en el que entrevistan a Enrique Symns. Un grande sin atenuantes ni copia alguna. Caos puro. Una de las revistas que creó Symns "Cerdos y peces ". También escribió en otras míticas publicaciones " El porteño " y Satiricón.
Y no puedo creer que todo eso terminó. Que ya fue Moura, Luca Prodan, Miguel Abuelo, David Viñas, Batato Barea, Tanguito, Miguel Grinberg, Jorge Alvarez, Pirí Lugones... Quedan en Av Corrientes, canteros con alguna vegetación simil planta. O macetones secos y bancos que parecen de pordioseros. Unas cuantas pizzerías prestigiosas, alguna librería medio pelo. Ni siquiera está el bar combativo, el comunista /hippie La Paz ahora es cualquier cosa.
Tragarse el lagrimón y seguir. En estos días iré de noche a ver que tal pero ya sé. No queda nada. El espíritu de todo eso partió hace rato. Ahora todo eso se acompaña con containers olorosos, cartoneros y gente que duerme en la calle , en un colchón o adentro de los cajeros.
Alcancé a ver ese caos creativo, ese Buenos Aires que no dormía nunca, libros música, teatro, cine. Todo era un remolino embellecedor. El reviente, el tango estaba a la vuelta de la esquina. Ojo con todo eso podías ir y venir por aquí y allá que no pasaba nada. No había inseguridad.
Les dije que no queda nada. Necesito reforzar esa idea para que entiendan. Agregaron cadenas mugrosas de pizza, ya no hay ni siquiera mujeres hermosas con conchero bajando como diosas por escalera, ni cómicos impúdicos, ni cientos de teatros. Nada. La pandemia, el olvido, el paso del tiempo se llevaron la poesía de esos lugares. Han muerto todos. Poco queda.
(fotografía de la Confitería " La Paz " de antes )