"Todos tenemos algún vidrio roto en el alma, que lastima y hace sangrar aunque sea un poquito. Entonces, al escribir siento que puedo sacar un poco de esos vidrios fuera de mí. Al ponerlos en un papel ya no me dañan ".
"Recibió una caracola:
-Para que aprendas a amar el agua
Abrieron la jaula de un pájaro preso:
-Para que aprendas a amar el aire
Le dieron una flor al malvón.
-Para que aprendas a amar la tierra.
Y también le dieron una botellita cerrada:
-No la abras, nunca. Para que aprendas a amar el misterio".