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martes, 30 de junio de 2020

Lumbre en el aire, poesía de José Emilio Pacheco








A 81 años del nacimiento de José Emilio Pacheco, poeta mexicano.


Lumbre en el aire


Estallan los jardines de la pólvora
en el cielo oscurísimo y su aplomo.

Estruendo frente al mar que se encarniza
desde la eternidad contra las rocas.

A cada instante otro Big bang.
Nacen astros, cometas, aerolitos.

Todo es ala y fugacidad
en la galaxia de esta lumbre.

Mundos de luz que viven un instante.
Luego se funden y se vuelven nada.

Como esta noche en que hemos visto arder
cuerpos fugaces sobre el mar eterno.



José Emilio Pacheco

lunes, 19 de marzo de 2018

Contempla este fragmento de..., José Emilio Pacheco











"Contempla este fragmento de tu reino:
la terrible ciudad de agua y aceite
que flota sin hundirse. El equilibrio
es su feroz tensión. Y su combate
ha engendrado una paz que es tregua alerta ".

José Emilio Pacheco de" El reposo del fuego ".

lunes, 1 de enero de 2018

Me dieron ganas de gritarles..., José Emilio Pacheco









" Me dieron ganas de gritarles: imbéciles, siquiera pónganse de acuerdo antes de seguir diciendo pendejadas en un lenguaje que ni ustedes mismos entienden. ¿Por qué tienen que pegarle etiquetas a todo? ¿Por qué no se dan cuenta de que uno simplemente se enamora de alguien? ¿Ustedes nunca se han enamorado de nadie?"


José Emilio Pacheco

jueves, 2 de febrero de 2017

Garabato...José Emilio Pacheco







Garabato


Escribir
es vivir
en cierto modo
y sin embargo todo
en su pena infinita
nos conduce a intuir
que la vida jamás estará escrita


José Emilio Pacheco


lunes, 3 de febrero de 2014

Poesía de José Emilio Pacheco


Este es primer poema que postearé de José Emilio Pacheco, poeta mexicano. Fantástica poesía. Los elementos de la noche Bajo el mínimo imperio que el ver no ha roído se derrumban los días, la fe, las previsiones. En el último valle la destrucción se sacia en ciudades vencidas que la ceniza afrenta. La lluvia extingue el bosque iluminado por el relámpago. La noche deja su veneno. Las palabras se rompen contra el aire. Nada se restituye, nada otorga el verdor a los campos calcinados. Ni el agua en su destierro sucederá a la fuente ni los huesos del águila volverán por sus alas.