Leopoldo María Panero Blanc acaba de dejarnos. El poeta el loco el sentidor. Un sentidor porque un hombre que se dedica a la poesía debe sentir mucho, debe estar sensibilizado y maravillado ante todo. Si no su obra no tiene trascendencia, no tiene vuelo ni espíritu. La obra de Panero tenía todo eso y más.
Nacido en 1948 descendiente del también poeta Leopoldo Panero. En su familia la lírica era la norma otro de sus hermanos Juan Luis Panero también se dedicó a la poesía.
Obra:"Por el camino de Swant" (1968)," Así se fundó Carnaby Street" (1970), "Teoría" (1973), "Guarida de un animal que no existe" (1994), "Teoría del miedo" (2000), "Danza de la muerte" (2004),etc.Escribió también narrativa: novelas y cuentos.
Su vida y su poética oscilaron entre la cordura y la alienación. Su segundo hogar siempre será un psiquiátrico.Crítico de España, de su machismo, del tradicionalismo y clericalismo.Antifranquista declarado anarquista le valió la cárcel. rado Bisexual,alcohólico y drogadicto. Su vida precisamente no fue un prodigio de serenidad sino todo lo contrario.Vivir al límite, ser adolescente siempre, autodestruirse y contemplar esa autodestrucción. Su vida se reflejó en su obra. Un malditismo que tiño sus versos siempre.
Panero perteneció al grupo de los Novísimos . El editor Josep María Castellet es quien reúne a una serie de escritores bajo la etiqueta de
novísimos: Ana María Moix, Leopoldo Panero, Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero y José María Álvarez.Este grupo generacional tiene en común la apertura de la literatura española hacia Europa, más cosmopolita y surrealista.
Poeta increíble, más lúcido que el más inteligente de los hombres Panero deja un hueco difícil de llenar en la literatura. Nadie como él para escandalizar conciencias, para sacudir la modorra y para elevarte a través de su arte único.
Poesías del autor:
Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero
hijo de padre borracho
y hermano de un suicida
perseguido por los pájaros y los recuerdos
que me acechan cada mañana
escondidos en matorrales
gritando por que termine la memoria
y el recuerdo se vuelva azul, y gima
rezándole a la nada porque muera.
20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO
Como un hilo o aguja que casi no se siente
como un débil cristal herido por el fuego
como un lago en que ahora es dulce sumergirse
oh esta paz que de pronto cruza mis dientes
este abrazo de las profundidades
luz lejana que me llega a través de la inmensa lonja de
la catedral desierta
quién pudiera quebrar estos barrotes como espigas
dejad me descansar en este silencioso rostro que nada exige
dejadme esperar el iceberg que cruza callado el mar sin luna
dejad que mi beso resbale sobre su cuerpo helado
cuando alcance la orilla en que sólo la espera es posible
oh dejadme besar este humo que se deshace
este mundo que me acoge sin preguntarme nada este
mundo de titíes disecados
morir en brazos de la niebla
morir sí, aquí, donde todo es nieve o silencio
que mi pecho ardiente expire tras de un beso a lo que es sólo aire
más allá el viento es una guitarra poderosa pero él no nos llama
dejadme entonces besar este astro apagado traspasar el
espejo y llegar así adonde ni siquiera el suspiro es posible
donde sólo unos labios inmóviles
ya no dicen o sueñan
y recorrer así este inmenso Museo de Cera deteniéndome
por ejemplo en las plumas recién nacidas
o en el instante en que la luz deslumbra a la crisálida
y algo más tarde la luna y los susurros
y examinar después los labios que fulgen
cuando dos cuerpos se unen formando una estrella
y cerrar por fin los ojos cuando la mariposa próxima a
caer sobre la tierra sorda quiere en vano volver sus alas hacia lo verde
que ahora la desconoce
A MI MADRE
(reivindicación de una hermosura)
Escucha en las noches cómo se rasga la seda
y cae sin ruido la taza de té al suelo
como una magia
tú que sólo palabras dulces tienes para los muertos
y un manojo de flores llevas en la mano
para esperar a la Muerte
que cae de su corcel, herida
por un caballero que la apresa con sus labios brillantes
y llora por las noches pensando que le amabas,
y dice sal al jardín y contempla cómo caen las estrellas
y hablemos quedamente para que nadie nos escuche
ven, escúchame hablemos de nuestros muebles
tengo una rosa tatuada en la mejilla y un bastón con
empuñadura en forma de pato
y dicen que llueve por nosotros y que la nieve es nuestra
y ahora que el poema expira
te digo como un niño, ven
he construido una diadema
(sal al jardín y verás cómo la noche nos envuelve)
BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE ENANOS
Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas. Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado, ahora, qué grotescos. Os echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos se oyen golpes secos, uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.
DEDICATORIA
Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.