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miércoles, 21 de julio de 2021

Es como una marea





"Es como una marea, 
cuando ella clava en mí
sus ojos enlutados, 
cuando siento su cuerpo de greda blanca y móvil 
estirarse y latir junto al mío, 
es cómo una marea, 
cuando ella está a mi lado." 

Pablo Neruda



sábado, 19 de diciembre de 2020

Y FUE a esa edad..., Pablo Neruda




“Y FUE a esa edad… Llegó la poesía a buscarme. No sé, no sé de dónde salió, de invierno o río. No sé cómo ni cuándo, no, no eran voces, no eran palabras, ni silencio, pero desde una calle me llamaba, desde las ramas de la noche, de pronto entre los otros, entre fuegos violentos o regresando solo, allí estaba sin rostro y me tocaba. Yo no sabía qué decir, mi boca no sabía nombrar, mis ojos eran ciegos, y algo golpeaba en mi alma, fiebre o alas perdidas, y me fui haciendo solo, descifrando aquella quemadura, y escribí la primera línea vaga, vaga, sin cuerpo, pura tontería, pura sabiduría del que no sabe nada, y vi de pronto el cielo desgranado y abierto, planetas, plantaciones palpitantes, la sombra perforada, acribillada por flechas, fuego y flores, la noche arrolladora, el universo. Y yo, mínimo ser, ebrio del gran vacío constelado, a semejanza, a imagen del misterio, me sentí parte pura del abismo, rodé con las estrellas, mi corazón se desató en el viento.”




Pablo Neruda

martes, 7 de julio de 2020

Debajo de tu piel vive la luna..., Pablo Neruda








"... se desprende de ti la claridad como si fueras encendida por dentro. Debajo de tu piel vive la luna." Pablo Neruda

(Arte de Julio Romero de Torres)

lunes, 24 de abril de 2017

sábado, 24 de septiembre de 2016

Soneto XXXIX, Pablo Neruda








Un 23 de septiembre de 1973 moría el brillante escritor chileno Pablo Neruda lo quise recordar así:


Soneto XXXIX




Pero olvidé que tus manos satisfacían
las raíces, regando rosas enmarañadas,
hasta que florecieron tus huellas digitales
en la plenaria paz de la naturaleza.

El azadón y el agua como animales tuyos
te acompañan, mordiendo y lamiendo la tierra,
y es así cómo, trabajando, desprendes
fecundidad, fogosa frescura de claveles.

Amor y honor de abejas pido para tus manos
que en la tierra confunden su estirpe transparente,
y hasta en mi corazón abren su agricultura,

de tal modo que soy como piedra quemada
que de pronto, contigo, canta, porque recibe
el agua de los bosques por tu voz conducida.



Pablo Neruda de "Cien sonetos de amor "

sábado, 12 de marzo de 2016

Pablo Neruda Soneto LXIX





Soneto LXIX

Tal vez no ser es ser sin que tú seas,
sin que vayas cortando al mediodía
como una flor azul, sin que camines
más tarde por la niebla y los ladrillos,

sin esa luz que llevas en la mano
que tal vez otros no verán dorada,
que tal vez nadie supo que crecía
como el origen rojo de la rosa,

sin que seas, en fin, sin que vinieras
brusca, incitante, a conocer mi vida,
ráfaga de rosal, trigo del viento,

y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos

Pablo Neruda

lunes, 23 de septiembre de 2013

40 años de la muerte de Pablo Neruda


Se cumplieron 40 años de la muerte de Pablo Neruda, el poeta chileno. Para recordarlo esta poesía, una pequeñísima muestra de su talento. Poema 10... Hemos perdido aún este crepúsculo... Hemos perdido aún este crepúsculo. Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas mientras la noche azul caía sobre el mundo. He visto desde mi ventana la fiesta del poniente en los cerros lejanos. A veces como una moneda se encendía un pedazo de sol entre mis manos. Poema 10... Hemos perdido aún este crepúsculo... Hemos perdido aún este crepúsculo. Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas mientras la noche azul caía sobre el mundo. He visto desde mi ventana la fiesta del poniente en los cerros lejanos. A veces como una moneda se encendía un pedazo de sol entre mis manos. Yo te recordaba con el alma apretada de esa tristeza que tú me conoces. nos vio esta tarde con las manos unidas mientras la noche azul caía sobre el mundo. He visto desde mi ventana la fiesta del poniente en los cerros lejanos. A veces como una moneda se encendía un pedazo de sol entre mis manos. Yo te recordaba con el alma apretada de esa tristeza que tú me conoces. Entonces, dónde estabas? Entre qué gentes? Diciendo qué palabras? Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste, y te siento lejana ? Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo, y como un perro herido rodó a mis pies mi capa. Siempre, siempre te alejas en las tardes hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.