"Pese a su aparente sencillez y su engañosa accesibilidad, los relatos de Chejov –en especial los más destacados– siguen pareciéndome relativamente impenetrables para los jóvenes corrientes. En realidad, Chéjov me parece un escritor para adultos. Su obra se vuelve provechosa y espléndida, cuando consigue dirigir nuestra atención hacia sentimientos maduros y casi imperceptibles alternativas morales circunscriptas en dilemas mayores, cualquiera de las cuales, si las encontráramos en nuestra precipitada vida con los demás, probablemente pasaría inadvertida incluso a la observación más sutil.
El deseo de Chéjov es complicar y poner en tela de juicio nuestra impresión sobre personajes que, erróneamente, nos creemos capaces de comprender a simple vista. Casi siempre nos aborda con una gran seriedad, centrada en algo que se propone hacer irreductible y accesible, y mediante esta concentración quiere insistir en que nos tomemos la vida a pecho."
Richard Ford de Por qué nos gusta Chéjov (parte del prólogo de Cuentos imprescindibles)