Acá va uno de mis homenajes a estos bravos y honorables caballeros medievales, los Templarios. La que aquí escribe tuvo el honor de estudiar en el Colegio "Instituto Tierra Santa ", de franciscanos. Los franciscanos son los custodios de Tierra Santa, de Jerusalén. Como los Templarios pero ahora los franciscanos en son de paz total (acordaos de la inmensa belleza de alma de San Francisco de Asís) siempre hay una hogaza de pan y una botella de agua para todo peregrino en la bendita tierra de todas las religiones.
Enrique Gil y Carrasco escribe una poesía de admiración hacia estos caballeros de la Orden del temple, éste es un fragmento. Es largo el poema pero emotivo.Está en Internet.
" Un recuerdo de los Templarios " (fragmento)
"Bien estáis en la tumba, los templarios,
porque si abrierais los oscuros ojos,
y otra vez por el mundo solitarios
de la vida arrastraseis los enojos,
tanto el baldón y mengua y desventura
vierais en él, y tanta hipocresía,
que la seca pupila en su amargura
otra vez a la luz se cerraría.
No parece sino que con vosotros
todo el honor y lealtad llevasteis;
no parece sino que con nosotros
todo el oprobio y vanidad dejasteis,
porque en el día irónicos y secos
y menguados arrástranse los hombres
para llenar sus corazones huecos
del oropel mentido de sus nombres.
Pasó la fe y con ella la inocencia,
y el candor que doraba vuestros años;
pasó la dulce flor de la existencia
cual pasa la niñez con sus engaños.
Hoy las ideas de entusiasmo y gloria
ceden el puesto a viles intereses
y crecen en el campo de la historia
sobre la tumba del honor cipreses.
Enrique Gil y Carrasco