Lo miro desde el fondo de la cuadrilla. El Justo me estaquea con la mirada. Me disloca y me fragmenta. En tres, cuatro mil pedazos de mí.
Ah chino desalmado, bagual impune. Amesetado, acostumbrado, vago, taimado.
Nunca te tuve miedo.Nunca.
Si mi puñal brilla como el tuyo y la leyenda de mi valor es harta leyenda. De aquí a varias estancias. Vos, crío mestizo.Vos, cerdo de porqueriza barata. Vos a mí, no.
Mónica Pedraza