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domingo, 1 de enero de 2017

El silencio







El silencio


Hay que tapizar las paredes
de silencio,
hallar el eco de la alborada
sobre los olivares,

tenderse al sol
y neutralizar la tristeza,
acabar con la horda de voces sugestivas

Hay que sollozar la noche
y bendecir el día,
y cubrir los cuerpos muertos
dejarlos dignos,


Hay que enumerar los pasos
cautivar la decepción
con suaves manos,
que dibujan el arco iris
sobre los techos de los desahuciados,
y
saber que hoy, mañana, después
será tarde
siempre tarde.


Mónica Pedraza

Leer en ocho notas,Carlos Skliar









Leer, en ocho notas


I- La lectura reconoce sus sabores. Despaciosamente. Al principio a nada sabe, pero huele. Huele la nariz dentro del libro, huele el movimiento de las páginas entre pasajes, huele el misterio de lo que se comprende y la certeza de lo que ya se olvidará. Huele la vida de quien huele al leer. Y se respira el vendaval de la escritura: la ternura de una página de inicio, la aspereza de una página de adiós.

II- Leo un libro que nunca leí, es decir: atravieso un mundo desconocido, un tiempo desconocido, gestos desconocidos. Párrafo a párrafo lo que parecía ser ajeno comienza a existirme como si fuera posible habitar un lugar que no es el mío, un cuerpo diferente con una voz incógnita. Sin embargo leer no es conocer lo desconocido, llenar un abismo infinito con palabras ordenadas. Leer es ir desconociéndose poco a poco. Como si nunca hubiéramos vivido antes.

III- Dar vuelta la página. No volcarla. Quedarse en medio. En el canto. La quietud de la página que no es anterior ni posterior. Detenerse. Ni en lo ya leído, ni en lo por leer. El estremecimiento de lo que acaba de irse. La incertidumbre de lo que vendrá. A eso también puede llamársele, sobre todo, lectura.

IV- Creer tener una idea y descubrir, al poco tiempo, que ya fue escrita y publicada muchas veces por muchos otros hace mucho tiempo. Un pensamiento reciente puede no ser otra cosa que un libro remoto que aún no llegó a tus manos.

V- De viajes y de lecturas, que es casi lo mismo. Viajar es sentir, sí; sentirlo todo excesivamente (Pessoa); viajar para no llegar posiblemente nunca (Magris); viajar con la amabilidad de quien atraviesa dos o tres veces un territorio que es pisado y también es huella (Handke); viajar como pasear: la caminata distraídamente atenta de poeta (Walser); viajar como una ruta trágica y obligada que no nos hemos trazado (Tsvietáieva); viajar sin atrapar al mundo en la telaraña de grados de longitud y latitud (Noteboom); viajar en línea recta y tener al sol y a la luna de uno y otro lado (Herzog); viajar y no saber donde dejar exactamente las garras (Szymborska); viajar sin otra compañía que las propias sombras (Nietzsche); viajar para abandonar la ciudad y precipitarse hacia el puerto deseado (Ajmátova). En fin: viajar como mirar al cielo donde un sueño espera ser soñado (Maillard).

VI - Leer como amanecer: el mundo no es sólo humo y desierto, destino de prisa, transcurrir en filas cuyo desenlace es el olvido. El segundo más hondo habita en el canto de la página –el miedo a pasarse, la vigilia de la última palabra, la voluntad de ir más allá de uno mismo-. Leer como atardecer: la luz está baja, a solas, porque ya no importan las formas del pensar sino todos los contornos: el perfil de una tierra extraña y propia, la infancia en el ancho de sus aguas, el paseo por la cornisa de una historia ajena a punto de ser nuestra. Una hora en que el tiempo ya no cuenta porque se muda del desconcierto al sueño, de la bruma banal a la confesión extrema, de la pereza sucia a la pasión desordenada. Leer como anochecer. Los ojos se cierran junto a la lectura. La mirada prosigue con su vaivén descalzo. Leer a piel abierta. Durante.

VII- Las pausas suelen alargar el universo. El mundo respira más con humildad de un segundo que bajo la pretenciosa invención de toda la Historia. Leer es detener el tiempo que nos asigna este mundo e impedir que la máquina utilitaria

del universo siga su camino de masacres. Leer es dejar de hacer ruido. Leer es apoyar el cuerpo en un tiempo que no vivimos, para intentar vivirlo. Leer es quitarse de la tiranía opaca de un único tiempo. Leer es ese instante en que la conversación con los muertos se vuelve pura vida. Leer es la detención que podría hacer más hondo al mundo.

VIII- Y si acaso fuera cierto que las casualidades no existen: ¿cómo entender, entonces, que comienzo a escribirte en el preciso momento en que quisieras leerme?



Carlos Skliar

sábado, 31 de diciembre de 2016

Allí, en Cill Dara








" Allí, en Cill Dara "



Un buen día los mujeres comenzaron su día,
cantando loas en honor de Brigid,
el fuego se expandía por el Templo,
allí, en Cill Dara,


Sobre los campos extensísimos y verdes,
sobre los acantilados,
los pedestales de las viejas estatuas
cubiertas por el verdín más no el olvido
de lo que es sagrado y eleva.

Una mujer y tres,
el desvelo de la diosa
cuya protección es alta y celosa,
la lealtad y la fiereza
son atributos
sin los cuales no es posible perseguir
el dulce sueño
de una Vida poderosa y noble.

Diosa madre protege
los ritos de la Tierra,
la Inspiración, el fuego primigenio
de los nacimientos,
toda sabiduría,
todo hogar que es.


Mónica Pedraza







La muerte de Luis XIV de Albert Serra - Trailer VOSE

1° de enero 2017







1° de enero de 2017. Luego de las 12, me pasé filmando fuegos artificiales, petardos,lo que pasaba en mi barrio,y mi voz comentando, jajaj , me divirtió la experiencia, luces por todos lados, estruendo y mucho olor a pólvora, y un calor de aquellos,pero juro que me gustó esto de filmar el barrio de noche.Salió lindo.



Pero más tarde me entero que acá cerca se pelearon dos barras y uno hirió o mató al otro, policía a full, naa, no se podía comenzar bien el principio de año sino con violencia, pena, mañana me enteraré más, qué pasó y quien murió o hirieron, cantidad de patrulleros, es como para comenzar el año fuerte. Dios mío, la Argentina se vino a pique y no es sólo mi impresión.


En Estambul, Turquía, que ya los agarraron para el cachetazo, hubo otro atentado terrorista, ya perdí la cuenta pero una decena seguro en el mismo país, ¿ Qué pasa qué no se puede controlar esta masacre ?, empezamos con violencia a full el año, es como una cachetada ey despertá , estás muy cómodo. Terrible.


He decidido trabajar el doble en escritura y comunicación para merecerme todo lo que me expresan de bueno, que no para , por el contrario se amplía, me lo he ganado sí, soy batalladora, soy amorosa, soy leal, pero no me duermo sé que siempre puede venir alguien mejor, pero ahora sé que cuento con todas las armas, apoyo, confianza, crédito, más que aprobación de los demás y eso es mi motor. Por más cultura, más arte, más comunicación, más Cine, más Literatura, búsqueda de la Belleza sin pausas.

¡ Feliz Año Nuevo ! Happy New Year !!








¡ Feliz Año Nuevo !. Brillante 2017 para todos. Muchos éxitos, amor, salud, felicidad... Happy New Year !!.

viernes, 30 de diciembre de 2016

Erykah Badu "Apple Tree" Live at Java Jazz Festival 2012

Se va en busca del vacío...Alice Munro







" Se va en busca del vacío, y en cambio ¿qué encuentra? La inmediatez de una avalancha de paisajes nuevos que exigen una atención que no pedían cuando ibas en el tren mirando por la ventanilla, sin más. ¿Qué haces aquí? ¿Adónde vas? Una sensación de que te observan cosas de las que no sabías nada. De ser un intruso. De que la vida que te rodea llega a conclusiones sobre ti desde ángulos privilegiados que no puedes ver."


Alice Munro de " Mi vida querida"

jueves, 29 de diciembre de 2016

Estaba a gusto...Charles Simic










" Estaba a gusto en mi agujero.
La ventana daba a una pared de ladrillos.
En el cuarto de al lado había un piano.
De vez en cuando
un anciano inválido
venía a tocar My Blue Heaven.
Pero, en fin, por lo general
era un sitio tranquilo.
Había arañas
en todas las habitaciones,
y moscas atrapadas
en los hilos del humo y la vigilia,
y el aire era tan denso
que no podía verme en el espejo.
A las cinco de la mañana
se oía el ruido de unos pies descalzos.
Era el gitano de la esquina.
el adivino,
que se levantaba a mear
después de una noche de amor.
Una vez oí, incluso,
el sollozo de un niño.
Estaba al otro lado,
tan cerca que pensé,
por un instante,
que era yo el que lloraba "


Charles Simic de Hotel Insomnio