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martes, 24 de enero de 2017
El curso natural de las cosas
El curso natural de las cosas
El cielo se abre sobre tus piernas
y ya no eres una niña, ya no lo serás
Y el pasado es una sombra letal
Lo magnífico es crecer
hacerse cargo de todo,
y respirar.
Como te digo que las palabras sobran
cuando ya lo dijiste todo
y fue en vano
Hay quienes eligen ser islas
hay que dejar que que la marea nos traiga
paz o que nos tape,
el curso natural de las cosas, eso
dejar que sea lo que sea.
Adentrarse en el mar
las aguas cálidas del sexo,
las aguas perfectas en el vientre materno,
Ser.
Luchar vale
si hay algo justo
cuando alguien arroja una moneda y piensa
que eso es la respuesta
no tienes palabra ahí,
Mejor volar,
cerrar los ojos, darte cuenta
Permanecer.
Hay cosas que no pueden cambiarse
resisten
están ciegas,
¿ Qué puedo hacer ?.
¿ Cuándo algo de eso tuvo piedad en mí ?
Nunca.
La resistencia
tanto amor,
tanto amor,
¿ Para qué ?.
Mónica Pedraza
Nuestras apariencias..., Virginia Woolf
"Nuestras apariencias, las cosas por las que somos conocidos, son sencillamente pueriles. Por debajo, todo es oscuridad; se va extendiendo, es de una profundidad insondable; pero de vez en cuando, nos elevamos a la superficie y eso es lo que ve la gente en nosotros."
Virginia Woolf de " To the lighthouse "
lunes, 23 de enero de 2017
Dont' confuse me
Naturaleza
Siempre me fascinó Thoreau su pensamiento sobre la vida salvaje, la Naturaleza como madre contenedora, siempre tuve fascinación por los árboles, las montañas, la noche, los pájaros, las plantas, las flores, los ríos, el agua, todo lo bello que es natural...Soy una gran viajera, una gran caminante...Dura, con una energía impresionante, fuerte, a mi manera soy salvaje.
Me aprovisioné (aunque hoy extraño) de cantos de pájaros, de murmullos de ríos, de montaña, de senderos, de bosques, de olores embriagadores de pinos, y de hierbas aromáticas.
Estoy tan subyugada con el cielo como con la Naturaleza, con esos lagos verdes, azules, perfectos...
Creo que el Paraíso está en el Sur, y creo que estoy totalmente en lo cierto.
Todo amanecer era perfecto, frío, pero de una belleza inmensa y el anochecer era tan increíble que daba ganas de pellizcarse para ver si uno no estaba soñando...Ohhh mi magnífico y sublime Sur.
Y aprendemos con esas sabias palabras de Thoreau:
“Cuando estamos sin prisa y somos prudentes, percibimos que solo las cosas grandes y dignas tienen una existencia permanente y absoluta; que los temorcillos y los placeres despreciables no son sino la sombra de la realidad…”
Existir a ciegas...Enrique Lihn
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