En una parte de nuestro himno nacional dice " los laureles que supimos conseguir " esto me sirve para hablar de La República que no supimos conseguir. Los argentinos no hemos podido hacer pie luego del devastador golpe militar del 73. Con la muerte del presidente que vino a reinaugurar la democracia el Dr. Raúl Alfonsín se nos fue el sueño dorado de conseguir la paz, la organización económica y social del país. Cuando el asumió en 1981 muchos fuimos los que pensamos y anhelamos que se pusieran en pie las instituciones del país. Que todo volviera a funcionar como si nada hubiera pasado. Y eso no pudo ser. Ya que a la democracia recién inaugurada se la tragó textualmente el mercado, los golpes de mercado, los múltiples paros de sindicatos que el gobierno debió soportar y que lo pusieron definitivamente en jaque. Adios Alfonsín entonces y adios Alfonsín ahora. No señores no pudimos conseguir los laureles ni nuestra República. Por eso en las calles se ve tanta tristeza tanta decepción con los políticos actuales. Es que el bolsillo aprieta y ya no hay ni un duro para cubrir la decencia. Que la gente se haya volcado en masa a acompañar el féretro del ex presidente o que haya hecho una larga espera en pos de dar un último adios a quien fuera considerado uno de los últimos líderes de Argentina habla a las claras de que los argentinos quizás lloran la pérdida de los valores que Alfonsín tenía. Honestidad, valor , respeto por las instituciones, serenidad para aceptar cambios o templanza mejor dicho, austeridad y nobleza. Algo se quebró con la muerte de este hombre y creo que va mucho más allá de la muerte de un político.
Mientras tanto la República que no supimos conseguir seguirá esperando que alguien la sepa defender como lo hizo Raúl Alfonsín.
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