14 de febrero, Día de San Valentín. Corred a comprar las flores. Poned flores y velas en toda la casa. Sed felices. Es el día del amor, el día comercial del amor, el de las flores, bombones y otros presentes.
Compatibilidades es lo que debe esperarse entre dos personas que se aman o que esperan amarse, sin eso las flores, los ramitos, los bomboncitos son la fachada mentirosa de algo que no es ni será nunca.
Podéis ser bellos, e inteligentes y millonarios. Podéis ser buenos, perfectos y geniales pero ante todo debéis compatibilizar con el otro, tener piel, concordar en algunas cosas, RESPETARSE: tú y al otro. Considerar que el otro no es igual a nosotros que nunca lo será.
Amar es no dañar fundamentalmente. Preservar, cuidar del otro, conocerlo en sus caídas, en sus alegrías, apoyar sus logros, atemperar sus fracasos.
Lo otro es de oído, de publicidad de tv.
Basta de osos de peluche pasemos a la acción. Y válgame Dios en la cama, en mi mesa, en tu casa, en la vida real, sin trampas, sin espiar, sin prejuicios, sin figurarse escenas que no existen, sin manipulaciones, sin mentiras, sin malos tratos ...
El amor es real, y puede ser magnífico si le ponéis garra sino ni lo intenteis.
No hay un día del amor es toda la Vida y más allá de esta existencia, como no hay día del padre, ni de la madre, ni nada...
El amor no se agota, no se cansa de amar, es perenne o es nada.
Y aunque no recibas un puto regalo sabes que es porque está, porque te sientes acunada en su presencia, porque su amor es de Marte, Plutón y Venus juntos, porque te miras en esos ojos y sabes que en ningún par de ojos podrás mirarte como mujer nunca más. Que sólo ese par de latidos le va a tus latidos.
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