
En la quietud del alba, se encuentran respuestas. Siempre estuvieron las respuestas...Saber todo sin embargo no alivia, hubieras querido que el camino fuera un camino y no un frente de batalla, es raro , contemplo a las personas y son transparentes para mí, sé que van a hacer, que van a dejar de hacer y lo que nunca harán...Esa calma chicha, ese estado de mirar a través del otro, no me da alegría sino aceptación, aceptación de la tormenta, del dolor porque soy temporal aunque mis sentimientos son infinitos y certeros o amo o no amo nada, o acepto a alguien o directamente no lo acepto. Quedarse a cuidar del fuego es quemar todos los horizontes temporales por la más perfecta infinitud.El alba se abate imperturbablemente dentro mío, cierro los ojos y respiro...
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