"El ser humano siempre ha buscado en las estrellas una respuesta o una explicación a lo que le acontece en la tierra. Algo hay ahí arriba que nos subyuga y nos eleva por encima de la comprensión habitual de las cosas. Quizá sea el hecho de que todo es cíclico, de que el Sol y la Luna siempre hacen lo mismo cada cierto tiempo, de que todo es un conjunto sinfónico bien ordenado en el que parece que el hombre es lo único que no quiere ordenarse. Rudhyar, el padre de todos los astrólogos modernos, dijo una vez que no es que el hombre sea un caos, o que el mundo de aquí abajo sea un caos, en contraposición con el ordenado mundo de ahí arriba, sino que el hombre lo percibe así, y es su miedo al cambio y al impacto del exterior en su "bien ordenado mundo" el que le hace plantearse que todo está mal aquí abajo, mientras que las estrellas se mueven siempre igual. Algunos podrían argumentar que las estrellas no viven o no sienten, o no emiten vibraciones, o no lloran o ríen y esas cosas; quizá habría que acudir a la botánica o la física para ver si esto es verdad. El botánico de la India Jagadis Chandra Bose realizó una serie de estudios en los que pudo confirmar que las plantas sienten y padecen, y que incluso los metales pueden morir y resentirse del impacto del exterior (como les pasa a los seres humanos). Para confrontar esto les remito al libro "Autobiografía de un yogui", de Paramahansa Yogananda. Con esto uno podría plantearse que quizá las estrellas y los astros estén más vivos de lo que pensamos o intuimos por aquí abajo."
Del blog Cosmos,alma y Destino
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