Sed
Yo deshacía las palabras
las palabras se volvían sonidos
Entré en tu corazón y me quedé
Y luché para no congelarme
Volví con los pies y los labios morados
no sabía que podía haber en el mundo tanto hielo.
Orange velvet
me mostraste la raíz de la raíz de la raíz
y yo necesitaba cubrirme con grandes hojas selváticas
Estaba desnuda
y tiesa lívida como un muerto.
Mírate, querete
llega el día, afuera hace calor
pero hay una tibieza que mi corazón desconoce
Ahora intento cruzar el Trópico
a pie y descalza,
son los grandes desafíos
Soy aún la aventurera
la caminante eterna,
el alma navegante,
la amante inquieta.
Esta sed de horizontes
sólo se extingue con el Infinito.
Mónica Pedraza
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