He de atravesar estos muros
y volverlos horizonte,
esperar con la cara al viento
desde la alta torre
avizorar la llegada de los últimos bárbaros.
La gente de valor
ha sostenido la fe,
la loca esperanza de los hombres
pero alguna vez hay que caer,
con coraje perecer.
Como una granada roja y dulce
bajo la montaña inmensa
cuyos brazos
serán la madre amorosa
que te ha aguardado tanto,
como una fruta a punto
saciadora de toda esa sed de infinito.
Mónica Pedraza
ph:Aleksei Trifonov
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