" Arrodillada ante el humilde altar, la ciega se pasaba entre los dedos los granos de sal. Acariciaba la sal. Los demás pensaban que mesuraba la sequedad y su adecuación a la misión de la ofrenda, pero la joven imaginaba sobre todo que sosegaba el cuerpo del mundo."
Valter Hugo Mãe
ph: Tanya Rusnak