Tarde rara, con amigos budistas, o en vías de serlo como varios que estábamos, yo siempre estoy en camino, invitada por Romina, linda tarde. Calurosa, rara.
Nam-Myoho-Renge -Kyo: Los sonidos de un mantra, de la resonancia del Universo.
Karma, rezar el daimoku largo en japonés, te equilibra, te da precisión, para poder curarte, equilibrarte, entender procesos, entender la injusticia, perdonar, sentirse bien, en armonía con un Universo que siempre vibra nuestro aunque pocos lo oigamos. Sentirse un bodhisattva por un ratito, respirar, aprender a cabalgar el tigre del sufrimiento con "el rugido del león " del daimoku.
Hacer nuevos amigos, agradecer, ser un pequeño corpúsculo, un intenso ser vivo, en medio de la Nada.
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