Creo que la muerte de Antoine me ha pegado mal, cuesta creer que la muerte de alguien que está tan lejos ( y a la vez tan cerca) nos transforme. Nos haga pensar en la brevedad de todo y a la vez en la infinita posibilidad de momentos que vivir. Él decidió detener toda la maquinaria y lanzarse al vacío.Ya no creía en este mundo, en sus miradas, en las fotos, en los comentarios me doy cuenta que ya hace rato que estaba lejos de todo.
Pienso además como alguien con el que no estás cerca puede llegar a conocernos más que alguien que dice conocerte y no hace más que errar, errar y errar. Como la distancia nos separa y nos une de a ratos, pero pienso si hubiera tenido a Antoine cerca nos hubiésemos tomado unos mates o un vino y charlado largo rato y quizás habría podido hacerlo desistir de su propósito de muerte. Me enoja la impotencia. La distancia es un mazazo otra vez confirmado. Si hubiéramos estado a metros el uno del otro no hubiera permitido que se quitara la vida, de ninguna manera.
Por el otro lado estoy contenta sigo con mi racha de lectura,la gente me lee y dale que va, ahora se suma que cada vez me comparte más gente, qué lindo, estoy feliz que les guste tanto lo que escribo, tengo ganas de saltar.
No me sumo a la alegría de ganar ayer en el futbol, esa alegría hiperbólica creo que a los argentinos a veces no nos ayuda a ver los problemas que tenemos en el país, que basta un gol para hacer de cuenta que nadamos en felicidad y no es así.Es un triunfo y como triunfo es hermoso pero ya está, hoy es otro día y a hacer las cosas que hay que hacer. O yo soy muy responsable o hay mucha boludez en el ambiente.Además me cae la ficha de lo de Antoine y obvio me queda la noticia atravesada en la garganta.
Mitad de semana, tanto por escribir, hacer, escuchar y ver. Me pongo las pilas para conseguir algo que quiero...Veremos.
Buen Miércoles de acercamiento, de afecto y de compañía.Que les lluevan corazones allí donde vayan.
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