Mis primeros meses del año son siempre de mucha paz, y de mucha ansiedad. De mucho descanso y de mucho vaivén mental y físico.
Pienso, siento , existo, me conmuevo, me muevo, necesito descansar mucho. Pero también caminar que es mi terapia, es como el oxígeno. Y leer y escribir.
Sopesar el agua, el cielo, pisar bien la Tierra, darme cuenta, despertar, estuve tan dormida. O tan despierta, que sé yo.
Y poder perdonar, siempre pude. Siempre lo hago , me sale naturalmente pero en fondo estoy herida, es como sonreir por fuera y que por dentro tengas un corte en el pecho casi mortal. Poder perdonar tanta ceguera, sordera, tanta miseria, tanta necedad, tanta levedad para juzgar... Poder mirar al otro sin odiar, pero ya sin admiración...
Saber que en el fondo un día tendrás tu recompensa pero no saber cuándo, sangrar inútilmente o no, pero sangrar al fin. Y todo en nombre del Amor o no,tratar de responderme la pregunta esencial ¿ Si de verdad te aman por qué tanto odio , venganza y maldad ?.
Estar en el Getsemaní como Cristo , saber que te van a odiar,que te van a entregar , que todavía falta lo peor , que te van a traicionar y a vender como un trapo, un jirón de carne perfecto/imperfecto, arrodillarte, cerrar los ojos y pedir a Dios que te acompañe, que esta vez te acompañe.
Enero 2016, mes del Despertar, del Perdón.