Te acordás Francis
Y los sonidos del mundo que nos devuelven
la dulzura de los pájaros al despertar,
el frío gélido de la mañana
y vos sin terminar,
patética, sin terminar...
Sollozamos sobre los trapos viejos porque somos un sonajero roto
y luchamos por un mundo desesperado, terminal, asfixiado...
Peón dama alfil
quereme si te digo que fui inocente
cuando caían todas las bombas
y yo estaba allí, arrogante, peligrosa, amante...
Pero vos luchabas contra tu terquedad de siempre,
contra los alambres de púa, contra la desazón...
Y lanzabas mensajes locos que nunca llegaban
porque eran efímeros y volátiles
como vos,
que eras espuma, pólvora mojada...
Los que se lanzan desde las alturas
sucumben pero son maravillosos,
los otros caen pero al ras del suelo,
un zapato basta para exterminarlos...
Bastaba un trino
una pluma leve y bonita
mitad blanca mitad gris
entonces
te acordás Francis
éramos jóvenes hermosos
Y el Cielo nos pertenecía
El alba entraba de puntillas
por respeto
El horizonte se incendiaba
y éramos UNO.
Mónica Pedraza
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