Hace rato que quería escribir sobre este cuento, retomé la lectura de John Cheever hace dos días y quise hablar de este cuento que es célebre, por todo los significados que tiene, por lo bien que está contado, por qué a mí me gusta, porque uno de los actores que me fascinaba cuando era chica era Burt Lancaster y él protagonizó el film basado en el cuento de John Cheever y encarna de manera soberana a Neddy Merrill, el nadador del cuento...
La historia: Un hombre maduro pero todavía en buena forma, decide atravesar, yendo de piscina en piscina, los trece kilómetros que van desde la casa de unos amigos en la que se halla reponiéndose, junto a su esposa, del alcohol de la noche anterior, hasta la suya propia.
El cuento comienza como un chiste, un par de bebedores sociales, una noche alegre, la llegada del día , el retorno a casa, la loca idea de hacerlo a través de las piscinas de los vecinos. Cual un Ulises, Neddy retornará a casa pero no sorteando peligros sino malas caras, indiferencia, ironías, rechazo...
Las críticas: a la clase alta holgazana, siempre en verano, en bañador, al borde de la piscina, alcoholizada, siempre en éxtasis, excitados y sobre todo frívolos. La otra sería ya más con respecto a que la vida nos termina pasando factura de lo que hacemos en el pasado, eso le pasa al otrora pícaro , infiel de Neddy Merrill.
Las brazadas de piscina en piscina serán un recorrido por la socialité liviana, livianita como una burbuja. Y un repaso de lo que fue, lo que es y lo que será la vida del nadador...
Uno de los temas es la madurez, la llegada a la madurez de Neddy en ese viaje (iniciático) a través de las piletas, y no es una maduración acompasada, serena sino un shock total que deja desarmado al personaje principal, es tal la piña que se pega, ese darse cuenta que del galán conquistador en eterno verano no queda nada, sino un hombre cincuentón sí con buen físico pero a quien las mujeres ya lo van dejando como tercer o cuarto plato y quizás hasta como descarte. No hay nada más patético que no asumir lo que se es y pretender lo que ya nos dejó hace tiempo.Un golpe sin atenuantes al narcisismo de Merrill.
El ocaso: Merrill irá de la exaltación inicial pasando por detalles que revelan el ocaso de todo lugar, todo ser vivo, él mismo...Es un verano que se irá tornando otoño a medida Merrill vaya acercándose a su hogar.
La hipocresía, el fingimiento (Hey está todo bien), el vacío pleno de sol, alcohol , pastillas, sexo y nada.En definitiva la soledad.
La historia de un hombre detenido en el pasado, de un sujeto egoísta que nunca se dio cuenta de lo que pasaba alrededor y en su carrera por ir tras algo nunca se detuvo a ver a quien pisaba, alguien egocéntrico al que le es fatal la multitud pero que necesita de ella como un Can Cerbero para sentirse exitoso,el nadador , el hombre completo que comienza su raid en la primera piscina y del que nos compadecemos llegando casi taquicárdico al fin de su recorrido.Un hombre cuyo concepto del amor era de un " combate sexual, el gran anestésico ".
"El nadador" es un cuento incluido en el libro "La geometria del amor" de John Cheever
Un cuento genial, necesario que no te podés perder, porque dejarías en camino a uno de los grandes cuentistas norteamericanos, John Cheever.
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