Rafael Pérez Gay, escritor mexicano, cuenta en Milenio (https//.www.milenio.com ) la noche que vivió con otro escritor muy conocido él , Rubem Fonseca. De allí al parecer sale el cuento que analizo hoy y que se llama "La carne y los huesos ".
El narrador está en primera persona. El protagonista es contradictorio al menos no le gusta demasiado la ciudad en la que está (no hay referencia espacial pero por la anécdota anterior mencionada y por las características de la ciudad es México). Dice que es multitudinaria, sucia y está contaminada. Pero que no le molestaría quedarse allí. O sea...
Va a un cabaret invitado por amigos. Disfruta desde lejos, observa, en el fondo le da asco estar allí. Ve al cabaret como un circo.
Su madre se está muriendo. El narrador actúa como un sonámbulo entonces, dice a todo que sí ya sabemos porqué. No parece estar disfrutando nada en particular. Lo que más resalta es que en las ciudades grandes los amaneceres suelen ser bonitos. La Condesa lo busca, él se deja encontrar no porque esté motivado sino para aliviarle la soledad a ella (su propio desconsuelo también). El sexo le sirve a ambos. Él tiene la cabeza en otra parte desde que arriba a México o antes incluso. Y ya sabemos en quien piensa todo el tiempo aunque no lo diga. En literatura siempre lo que no se dice habla más alto que todo lo demás.
" Mi hermano parecía más cansado que yo " la única referencia al dolor de esos instantes del funeral de su madre.
La importancia de la madre: En las primeras líneas el protagonista la menciona, le hubiera gustado llevar el retrato de su madre (aunque no es muy afecto a hacerlo-otra vez la contradicción). Del relato se desprende que la madre lo quería mucho.
Título: La carne y los huesos, la Vida y la Muerte. La carne como comida, como sexo. Los huesos, lo que queda de esa Vida, los funerales, el entierro. La carne es lo que está vivo, lo que tiene temperatura, lo placentero, la Vida. Los huesos son la muerte, lo helado, el fin de la alegría y el placer.
Me gustó el fin del cuento, la maestría para darle un punto final certero y que desnuda lo que pasaba (internamente) al narrador esos días de agobio y de tristeza cuando su madre muere.
Escrito de manera realista al extremo más bien naturalista ( a veces con un toque de humor macabro en los detalles) es un cuento muy interesante para buscar más material de lectura de Rubem Fonseca, uno de los grandes escritores latinoamericanos.
El cuento " La carne y los huesos " se publica en 1995 en la colección de cuentos llamado "El Agujero en la pared ".
Recomendado.
Podés leer el cuento en Ciudad Seva.
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