El mar a la tarde es una delicia. Muchos prefieren ver el mar o disfrutar de él a primeras horas. Pero en verano es una belleza la tarde de los náufragos del sol. De los embobados de sentidos. De los que se dejan llevar por la arena aún ardiente. Perturbar la siesta patética de los oficinistas que han venido a "descansar"
Obnubilados de sueños venimos a testimoniar que la vida sigue y es una brazo inmenso de olas tibias enamoradizas.
Brindamos por lo dionisíaco del mundo. Eternamente jóvenes y alegres. Los hijos de Neptuno han venido a saludar al sol que se esfuma.
Mónica Pedraza
ph by Brydie Mack
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