" Enloquecidos, salíamos a buscar la fruta de la Vida, el centro del deseo, la iluminación, las calles eran nuestras, la ciudad nos pertenecía. Hacíamos de la adolescencia, el estallido...ahhhhhh, éramos Rimbaud y Verlaine. No penábamos, errábamos, perennes errantes, sabíamos los secretos de esta ciudad que nunca duerme. Parigi, toi "
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