A veces nada tiene sentido,
mucho menos la poesía
los días pasan con la lentitud de los malos tiempos
la mirada se rompe al primer golpe de vista
la saliva del primer beso se seca.
Y luego de pronto | en un ramalazo
percibimos esta piel | que no es la nuestra
como una abertura hacia la felicidad
que nos trasciende
es absurdo intentar desentrañar
las razones posibles por las que todo esto sucede
simplemente la lluvia se duerme llorando,
el viento suspira,
y el amor atrasa los relojes de la muerte.
Algunas cosas emiten la energía de lo eterno.
Rolo Martinez
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