Alta rebeldía
Los árboles se balancean
ha quedado sola la carretera,
ella va
a pie,
Persigue la noche,
y el día,
y el jacinto magnánimo
y la vibración de cada ser,
y el brillo de las hojas
cuando el verano alumbra
nuestros Destinos.
La zorra persigue a la comadreja
y el campo es tan verde
tan intensamente verde,
ella va sangrando,
ha mojado las flores,
ha empapado
la camiseta transpirada
dibujándole el torso en rojo.
Acechamos en esta vigilia, el vuelo del pájaro,
la nitidez de un paisaje,
una voz que acaricia las sienes,
y estalla el calor
así como flamea el jirón de ilusiones
que nos mantiene vivos aún,
pero ya no hay tiempo
de sembrar,
la cosecha está perdida,
El enemigo ha emboscado
al emisario,
que viene del palacio.
El Alma lee las manos
de los que no descansan nunca,
Marcas profundas, la noche inquieta
descansa en las líneas de la mujer,
las cruces firmes y rebeldes en la palma
DICEN
Ella sabe que esta vez,
sí , esta vez va a derrumbarse
en el heno fragante
a descansar, por fin a descansar...
A ser burbuja, espuma de los días venideros
de otros que vendrán,
A desintegrarse en dientes de león, frágiles
pero hermosos
en la quietud del día que la abraza.
Mónica Pedraza
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