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lunes, 29 de agosto de 2016

Patricia






Patricia habia dejado el blazer sobre el sillón. Él la miraba como un cuervo mira a los ojos a su víctima, la odiaba pero en el fondo no le perdonaba su juventud, su insolencia, su belleza magnífica, ellos se refugiaban en una amistad enorme, él era un patriarca, ella la levedad. Él quería protegerla pero como se protege a un huracán ??:


Ella quería lo mejor para él, pero no siempre lo que queremos para los otros le sirve al otro. La desolación lo acompañaba de pequeño, la guerra, el frío, la Europa en guerra, Rusia, Polonia, lo que más odiaba y temía era el frío , la gelidez de una madre en fuga, de una madre que amaba más a su hermano que a su hijo. A su único hijo.


Él quería refugiarse en ella pero ella era cuerpo demoledor, perfecto, "eres como una Venus griega " , " hoy te ves como una romana " le decía.Ella era el objeto de culto de sus días.La vanidad la inmadurez de ella lo anclaron a un sueño que se inventó,


La amistad para ella era esencial, él soñaba con ella un mundo, inconcebible para ella, nunca lo amó, le era respetable, admirado, querido, nunca lo amó.


El viento furioso de los ojos de ella le devoraron el corazón, el deseo insatisfecho, las infidelidades perpetuas de él, la desolación acuciante del corazón de él hicieron que ella pusiera el fin en el libro de sus vidas compartidas.

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