Cautivadora/demoledora
Me escribe que ya no tiene fuego
que un mar de instantes vencidos
se le instaló en el pecho,
Somos tan distintos
y tan parecidos,
Y siempre me pregunto
por todos esos días
en que no existí
porque decidió que no lo hiciera...
Nadie es tan mezquino digo
para cruzar la frontera a pie
y sin caballo,
Tal vez debiera pertrecharse,
hacer musculatura,
sostener una esperanza
en medio de la nada,
Convertirse en buque
que nos acercara
y no en ácido
que disolviera
El amor es una palabra frágil
esquiva, cautivadora, perversa,
demoledora.
Mónica Pedraza
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