Gemelas
Escribíamos con crayones los sillones
estaba mal eso, muy mal,
pero cuándo nos importó la compostura.
Hay que salir del interior y lanzar un dardo
para incomodar,
triturar mentes acomodaticias
y ver esas caras de refusilo
ametrallándonos.
A veces tenemos ganas de tocar el piano
y cantar fuerte,
nos persigue el celador,
corremos por todo el colegio.
Hay como una prisa
tal vez no vivamos mucho
por eso es tan intenso
todo
Dejar que el sol nos bese
nos consuma
Mamá no entiende no entiende
que es casi absurdo
imposible
retener
abrazar lo que nos queda
Algún día nos iremos todos
nos decimos,
todos,
por eso reímos siempre
porque es tiempo de descuento.
No se puede explicar
a quien no la posee,
la fragilidad es algo
que no se puede traducir
a quienes no son capaces de sentir
la levedad de cada instante,
la furiosa huída de los segundos
mutilándonos
perforándonos
acabándonos
Pero Gerda y yo podemos ver
lo invisible,
lo inmutable,
y despedirnos así festivas,
cuando las olas salpican el rostro
aún
bello, oliváceo y último.
Mónica Pedraza
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