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martes, 29 de diciembre de 2020

Para pensar


Nunca me gustó la canchereada. Me harté hoy de eso en las redes sociales. Con lo de la Ley del Aborto. Ya dije que estoy a favor de la ley por un tema de humanidad, de que no mueran mujeres mal atendidas en abortos caseros, etc. Pero el nivel de pelotudez que leí hoy mamma mia. El que disentía de esta posición pro abortista todos unos dinosaurios, unos tarados...En realidad la mujer pro aborto es más lúcida y vanguardista según las susodichas fans. Por favor, que salga la ley pero dejen de matar al de enfrente. Burlándose todo el tiempo. 

Hicieron de una tal Petisa el estandarte del día de hoy. Un muchacho salió en cámara a contar que su madre si hubiera podido hubiera abortado tres de sus hijos y dio los nombres de los hermanos. Lo viralizaron en las redes. Me pregunto cómo se sentirán esos tres hijos que dicha madre hubiera abortado si hubiera podido. Eso y decirte que no te quiere es lo mismo. Terrible. Bueno lo consideraron un ejemplo de lo que le pasa a miles y bromas acá y allá con los hijos que no  hubiera querido tener esta mujer, dibujos de mujer tirando un niño al diablo y ella con cara de alegría...Una bestialidad  pero ellas felices. 


Tanta pelotudez me agotó. Y pensé en que la responsabilidad es una joda, de ahora en adelante es una broma. Que para qué la prevención, el buen sexo (no el toco y me voy), la educación sexual si ahora es un trámite todo. 


La banalización de lo que es importante. Y que no hay que tomar en joda. Tengo una amiga que abortó hace muchos años y siempre he podido sentir su dolor por ese acto tan cerca pero tan cerca que me doy cuenta que nunca será un trámite. Que eso siempre es un dolor terrible. Que hay que sopesar muy bien cada acto de nuestras vidas más aún los más importantes porque la podemos errar feo. Se puede bromear con amigos hasta el cansancio de pavadas. Nunca del amor, los hijos , los verdaderos amigos...Hay temas, situaciones en las que hay que estar y no andar ahí paveando, dándose rédito de sabiduría como si fueran las luminarias en cuestión de maternidades. Nunca me animaría a tanto.         


    

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