Rosario Castellanos, poetisa mexicana (1925-1974)
escribe así de bello:
Desamor
Me vió como se mira al través de un cristal
o del aire
o de nada.
Y entonces supe: yo no estaba allí
ni en ninguna otra parte
ni había estado nunca ni estaría.
Y fui como el que muere en la epidemia,
sin identificar, y es arrojado a la fosa común.
Creo que no hay palabras para agregar a tamaña desolación que sufre el yo lírico sea éste la misma Rosario o cualquier otra mujer que recibe este rechazo amoroso.
La poetisa también escribe esta poesía que es sublime, una de mis preferidas:
Destino
Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
—antes que lo devoren— (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.
Damos la vida sólo a lo que odiamos.
Obra poética: "Trayectoria del polvo"(1948) y "Lívida luz" (1960).
Mientras que sus libros "Balún Canán", "Ciudad Real" y "Oficio de Tinieblas" son considerados por su importancia en tratar el tema del indigenismo en México.Especialmente en el estado de Chiapas donde la autora pasó su niñez.
Su poesía es melancólica. Desnuda profundamente el alma de la poetisa. Los temas que aborda: la mujer y su postergación, el amor no correspondido,etc.
Para quien pensaba que la poesía "es un ejercicio de ascetismo" su poesía es lírica desbordada de adioses y de mujeres olvidadas.