Matilde
Hay una larga fila de personas esperando el colectivo,se debe haber roto el tren dice Matilde. Acostumbrada, reacostumbrada, podrida de estar acostumbrada. Bueno con suerte llegaré a la hora de la cena se dice.
La noche avanza sobre Castelar. Los pasos de Matilde resuenan en la vereda. Su padre la ha salido a buscar, nena son las 22:00, me tenías preocupado. Matilde no contesta le da un super beso, lo quiere, es viejo, mucho. Es un gran padre pero está viejo.
Sube a su habitación, no quiso cenar, la espera eterna del colectivo le sacó el hambre. Se compró en el kiosco un sandwich de esos en que la milanesa es negra y finita, durísima, eso sí con lechuga y tomate. A la mitad lo tiró, era incomible, una goma. Será que en este país ni un sandwich puede ser decente. Qué se yo un con un poco de onda. Con carne fresca y blandita no como chiclet.
En el colectivo, para variar, que estaba lleno uno de esos morochos le tocó la cola unos veinte minutos hasta que se pudo sentar.Lo puteó en todos los idiomas, parado al lado de ella se le restregaba el muy asqueroso. Le daba verguenza moverse más hacia la ventanilla sobre su compañero de asiento, pero por otro lado temía que su vecinopensara que la degenerada era ella y no el bobo que en sesión erótica la tenía acorralada contra el bajo de su pantalón.
Cuántas veces había mirado esos buses, olorosos, a sexo en el fondo de los asientos, a mugre de años, a vómito de los alcohólicos del fin de semana, a Vida amarga y absurda.Cuántas veces se había encontrado con la mirada de los babosos y les había jurado la muerte en voz baja " Hijo de puta, que la yuta te lleve ", que te parió desgraciado.
Recordaba todo eso cuando su padre irrumpió en la habitación para decirle que Alejo la había llamado unas 20 veces preocupado por la hora. Alejo García Esquivel, su novio desde la infancia. Alejo era buenazo y era bobo. Era alto y bonito pero ella ya estaba harto de Alejo, harta de todo. Alejo podría ser su hermano pero jamás hubiera podido ser su hombre se dijo. Pensó que era dura con él pero la verdad es una y consuela y nos hace mejores y felices a pesar de la dureza de lo que tengamos decir. Alejo era lo mejor pero lo mejor era lo que Matilde verdaderamente deseaba ??. No.
Ella soñaba con alguien que veía en sueños, a través de la niebla y suspiraba. Suspiraba porque los sueños suelen ser hermosos, perfectos pero uno tiene que despertar y bajar a esta Tierra de horror y restregarse los ojos y conformarse.Y ella nunca se conformaría porque su raíz, la constitución de su alma era la rebeldía misma.Cómo conformarse con Alejo que no tenía vuelo que era buenísimo pero era aburridísimo y a ella le gustaba jugar/ hacer bromas/provocar, rebelarse, confrontar. Y Alejo no superaba las confrontaciones las temía porque sufría, no se aguantaba las peleas , él se las tomaba en serio, era un caso de Vida y muerte y para ella eran un juego, algo más que podía unirlos y no separarlos pero Alejo no se aguantaba el No, el quizás , el Hasta Luego.
Matilde pensaba en ésto y lloraba porque lo quería mucho y no sabía como decirle Alejo mi querido no puedo más, no puedo entendés, es más fuerte que yo, necesito ser libre. Pensaba en ésto cuando un dolor intenso la hizo tirarse al piso, un dolor espantoso en los brazos, terrible dolor que la dejó en cuclillas por una media hora.
No se animó a despertar a sus padres, no quiso preocuparlos. Y sintió que el pulso le volvía de a poco. Se dio cuenta que quizás esta vez y no otra era la señal de bajar los decibeles y cuidarse de tanto cigarrillo, se dio cuenta que lo único que quería en ese momento era gritar fuerte y que no podía hacerlo. Que temía volver a la vida así y repetirse.Que repetir la absurdidad no era una opción sino un Destino y que detestaba profundamente la historia de sus días, Vida vaciada e infinitamente absurda.
Mónica Pedraza
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