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domingo, 25 de octubre de 2020

Campo



 


Mi padre me hizo amar el campo. Papá tuvo campo, uno chico, una chacra, la que conocí y disfruté de pequeña. Luego con el paso de los años arrendó otro campo. Su sueño era terminar sus días en ese ámbito, en el campo. Mis bisabuelos paternos tenían campos extensos en la pampa cordobesa. En James Craik precisamente.


Como no sentirme solidaria con los que pelean por sus tierras  hoy en día. Usurpan campos, usurpan tierras. En todas partes, en la Patagonia, en la provincia de Buenos Aires, en Entre Ríos. 


Sé lo que siente un gringo porque sé de la devoción de mi viejo por el campo. Eso era devoción. Recuerdo que acompañándolo en uno de sus viajes me decía " te parece tantas extensiones y no están sembradas ". Sus anécdotas cuando con mi bisabuelo trabajaban en el campo y comían al mediodía a pleno sol, latas de sardinas por eso es que de grande no podía oler ni una porque le caía mal desde esos días que tanto y tanto comer eso se había intoxicado.  


Un grupo de gente resentida pretende poner el país a merced de delincuentes , señores la ruralidad es trabajo , da trabajo, y comienza antes que comience el día. Se trabaja mucho pero mucho.


Me produce mucha vergüenza e ira ver que algunos dirigentes/funcionarios pretendan quedarse con campos ajenos. Sé que van a perder porque conozco el empecinamiento de los estancieros, chacareros, el amor que le tienen a sus tierras.






 






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